Tras la lactancia llegamos al periodo de cebo, en el cual los cordero y cabritos son alimentados hasta que alcanzan el peso ideal. En esta etapa, es crucial mantener la salud de los animales para que tengan un crecimiento óptimo. ¿Cuáles son los principales problemas sanitarios que aparecen en este período?
Retos en el cebo
La aparición de enfermedades en el engorde dependerá de factores intrínsecos del animal, factores externos predisponentes y la presencia de agentes infecciosos.
La etapa de cebo es crítica para la salud de corderos y cabritos, ya que puede haber diversos factores de riesgo.
Uno de los principales factores de riesgo es el estrés. El destete supone un gran estrés, debido a la separación de la madre y al cambio de dieta. La llegada al cebadero también es estresante, por el cambio de alojamiento y el establecimiento de jerarquías sociales. El estrés aumenta los niveles cortisol en sangre y afecta negativamente el sistema inmunitario.
Otros factores de riesgo son el transporte y la mezcla de animales de diferentes orígenes, que pueden exponer a los corderos y cabritos a nuevos patógenos.
La inmunización en el origen es de gran importancia para que los animales lleguen protegidos al cebadero.
Por otro lado, la reducción del uso de antibióticos puede suponer un reto y hace necesario implementar medidas de bioseguridad y prevención para controlar las enfermedades.
¿Cuáles son las patologías más comunes?
La enfermedad más destacada en los cebaderos es el Complejo respiratorio ovino (CRO). El CRO puede causar mortalidad en corderos de cebo, principalmente en casos clínicos agudos. Pero su mayor repercusión es el retraso en el crecimiento y el aumento de tasa de conversión. También puede provocar el descarte y decomiso de la canal en el matadero.
El CRO tiene un gran impacto en la rentabilidad de los cebaderos, ya que afecta gravemente el crecimiento de animales crónicos.
Otro problema son las coccidiosis, que pueden ser un factor predisponente o agravar el CRO. Las diarreas por coccidios también pueden retrasar el crecimiento y provocar la muerte.
¿Qué podemos hacer?
Debemos centrarnos en el manejo y en las medidas de prevención:
– Evitar estrés en el transporte y descarga
– Hacer grupos homogéneos de animales
– Evitar altas densidades de animales
– Buena ventilación y temperatura
– Buena higiene y desinfección de instalaciones y de camas
– Desparasitación
– Vacunación: Las vacunas con leucotoxoide de M. haemolytica , han demostrado una gran eficacia controlando el problema en los cebaderos.
Conclusiones
– Es necesario minimizar los factores de riesgo.
– Es recomendable implementar medidas de prevención en el cebadero y en las explotaciones de origen.
– El uso de vacunas contra la leucotoxina de M. haemolytica es una herramienta que ha demostrado su eficacia contra el CRO en cebaderos.
Artículo escrito por:
Tania Perálvarez Puerta. Global Product Manager, Small Ruminants Franchise – HIPRA