Durante la lactancia, hay un problema común que pone en peligro la supervivencia de los corderos y cabritos: la enfermedad respiratoria. Esta patología es una gran preocupación en todas las explotaciones. ¿Cuáles son los puntos clave para su prevención?
Una gran preocupación
A partir de los 18 días de vida aproximadamente, la primera causa de mortalidad de corderos y cabritos es el complejo respiratorio ovino (CRO).
El CRO es un problema reemergente en muchas zonas, debido a la regulación del uso de antibióticos
La sintomatología que podemos ver en animales afectados incluye tos, estornudos, dificultad para respirar, fiebre, secreción nasal y ocular y pérdida de condición corporal.
¿Por qué y cómo se producen los problemas respiratorios?
Varias bacterias están involucradas en el CRO, pero M. haemolytica es el patógeno principal en la mayor parte de los casos que encontramos.
M. haemolytica, el principal patógeno del CRO, es una bacteria oportunista
M. haemolytica forma parte de la flora de las vías respiratorias altas del animal. Cuando se produce una situación de estrés que afecta al sistema inmunitario, se desencadena la proliferación y migración de la bacteria al pulmón.
Cuando esto ocurre, M. haemolytica empieza a liberar la leucotoxina, que es la causante real de la enfermedad.
La leucotoxina provoca necrosis en el tejido pulmonar, generando las lesiones
¿Cómo podemos prevenirlo y/o controlarlo?
Minimizar factores de riesgo:
– Higiene: limpiar y desinfectar correctamente los biberones tetinas y tubos de la máquina nodriza.
– Densidad: es preferible alojar los animales en grupos reducidos
– temperatura: la temperatura de confort en animales jóvenes es superior a la de adultos. Usar focos si es necesario.
– Ventilación: asegurar la renovación del aire, pero evitar corrientes.
– Estrés: evitar factores estresantes como cambios de grupos o corral, transportes, frio/calor, prácticas como descornado, otras enfermedades…
Calostro: Aparte de inmunoglobulinas, también aporta nutrientes imprescindibles para los primeros días de vida. Darlo con la cantidad y calidad adecuada.
Vacunación: La vacuna PASTERBACT®, se pueden administrar a edades muy tempranas, para proteger los animales en la etapa más vulnerable. Para asegurarnos de la máxima protección es necesario vacunar animales sanos, por lo que es importante controlar otras enfermedades concurrentes, como virus o parásitos, y una nutrición adecuada.
Conclusiones
El CRO es una gran preocupación durante la lactancia, pero aplicando las medidas preventivas específicas, podemos reducir su incidencia e impacto.
El CRO no es solo importante por su alta mortalidad, sino también por las pérdidas indirectas por retraso en el crecimiento.
Artículo escrito por:
Tania Perálvarez Puerta. Global Product Manager, Small Ruminants Franchise – HIPRA