¿Qué es el calostro?
El calostro es la primera secreción de la glándula mamaria después del parto, aunque realmente se empieza a producir al final de la gestación (últimas 3 semanas).
Está compuesto de proteínas, grasas, vitaminas, lactosa, minerales, hormonas, enzimas, y además contiene agentes antiinflamatorios y factores de crecimiento. El porcentaje de componentes varía en cada especie, e incluso en cada raza.
Uno de los componentes más importantes del calostro son las Inmunoglobulinas, y si hablamos del ovino, especialmente las IgG.
Para saber si un calostro es de buena calidad hay que fijarse en la concentración de proteínas totales, que debe ser superior a 9 g/dl. Otros valores serian el peso específico mayor de 1.050 y la concentración de inmunoglobulinas superior a 50 mg/ml.
¿Por qué es tan importante?
La placenta de los rumiantes es de tipo epiteliocorial, y no deja pasar inmunoglobulinas a través de su barrera, por lo que los corderos y cabritos nacen sin anticuerpos en circulación. Por esta razón, dependen totalmente de la transferencia de inmunoglobulinas a través del calostro para estar protegidos.
La inmunidad maternal o pasiva es la transferencia de la inmunidad a través del calostro.
Es importante que los neonatos ingieran calostro las primeras horas de vida (0h – 6h), ya que después el intestino va perdiendo permeabilidad a los anticuerpos.
Otras funciones del calostro:
– Fuente esencial de energía y nutrientes.
– Evita la hipotermia: aumenta un 17% la producción de calor.
– La microbiota y microbioma presentes protegen frente agentes patógenos: función probiótica y de barrera.
– Mejora el lazo cría – madre.
– Ayuda al desarrollo del sistema inmunitario.
– Aumenta la supervivencia al destete.
– Contribuye al desarrollo gastrointestinal.
– Asegura una buena eficiencia reproductiva y máxima producción en el futuro.
Conclusiones
El calostro es esencial para la supervivencia de corderos y cabritos, y por lo tanto es importante asegurarse que los neonatos lo ingieren correctamente.
Debido a su función inmunológica, lo podemos considerar como una “herencia de protección” contra los patógenos a los que se ha expuesto la madre.
Por este motivo es tan importante la vacunación de las madres en el preparto contra las principales enfermedades del neonato, como clostridiosis o pasteurelosis.
Artículo escrito por:
Tania Perálvarez Puerta. Global Product Manager, Small Ruminants Franchise – HIPRA