Chlamydia abortus es uno de los patógenos que más problemas reproductivos causa en oveja y cabra. Aun siendo el más prevalente, quedan incógnitas por resolver sobre su ciclo. Tener un buen conocimiento sobre la enfermedad, es de gran importancia para implementar las correctas medidas de control.
“Patrón” de infección
Cuando se infecta un rebaño por C. abortus, la enfermedad se comporta de la siguiente manera:
Primer año: suele haber un bajo número de abortos. Solo abortarán los animales que se infectan cuando están al inicio de gestación, y además serán una fuente de infección.
Los animales infectados que no estén gestantes o estén en gestación avanzada (>110 d) no mostraran ningún signo, ya que chlamydia permanecerá latente hasta la próxima gestación.
Segundo año: suele producirse un brote o “tormenta de abortos”, ya que hay muchos más animales infectados que el primer año. Esto es debido a que los animales que abortaron el año anterior fueron excretando chlamydia, extendiendo la infección por el rebaño.
Además, en los animales con infección latente, Chlamydia reactiva el ciclo cuando vuelven a estar gestantes, causando el aborto.
El segundo año después de una infección por C. abortus, se produce un brote con hasta el 20- 30% de ratio de abortos
Tercer año: la infección se estabiliza y la ratio de abortos suele rondar el 5 – 10%. No obstante, en partos normales también se excreta Chlamydia, por lo que la infección sigue diseminándose.
Siguientes años: puede aparecer un brote cada 3 años aproximadamente. Esto es debido a que los animales desarrollan una inmunidad natural que les protege de abortar solo durante 1-3 años.
Fig 1. Estimación (caso hipotético) de la evolución del % de abortos en un rebaño naïve infectado con Chlamydia abortus.
Punto de control
La excreción de chlamydia es el factor que determina su diseminación por el rebaño y la dinámica de la infección.
Por lo tanto, la reducción de la excreción será el punto clave para su control, y esto podemos lograrlo con la vacunación.
Los resultados de un estudio muestran que la vacuna inactivada INMEVA, reduce la excreción de Chlamydia un 55%.
Vacunando el rebaño conseguiremos, aparte de reducir el número de abortos, reducir la presión infectiva y estaremos protegiendo a los animales de nuevas infecciones.
Conclusiones
Es importante conocer cómo se presenta la enfermedad para poder controlarla
El punto clave para el control de C. abortus es la reducción de la excreción, y esto podemos conseguirlo con la vacunación.
Artículo escrito por:
Tania Perálvarez Puerta. Global Product Manager, Small Ruminants Franchise – HIPRA
Referencias:
Montbrau, C. et al., (2020) Evaluation of the Efficacy of a New Commercially Available Inactivated Vaccine Against Ovine Enzootic Abortion. Frontiers in Veterinary Science, 7(593)
Milne, E. et al., (2008) Epidemiological modelling of chlamydial abortion in sheep flocks. Veterinary Microbiology 135 (2009) 128–133
Longbottom, D. et al., (2013) Intranasal Infection with Chlamydia abortus induces dose-dependent latency and abortion in sheep. Plos One 8(2)
Livingstone, M. (2008) Molecular detection of Chlamydophila abortus in post-abortion sheep at oestrus and subsequent lambing. Veterinary Microbiology 135 (2009) 134–141