Primer punto importante: la excreción
Para entender la transmisión de estos patógenos abortivos, primero debemos centrarnos en su excreción.
“Reducir la excreción del patógeno es un punto clave para controlar su diseminación”.
Chlamydia tiene un ciclo complejo, y esto dificulta su control y prevención. En la época de partos se puede diseminar fácilmente por el rebaño, ya que la principal vía de excreción es la secreción vaginal durante abortos o partos, las placentas y los fetos.
No obstante, también puede excretarse durante el estro. Cuando un animal se infecta, desarrolla una respuesta inmune que lo protege de abortos durante unos 3 años, pero, aunque no haya signos clínicos, Chlamydia se sigue excretando en los siguientes partos y estros.
“Chlamydia y Salmonella se excretan principalmente a través de la secreción vaginal, placentas y fetos”.
Salmonella también se excreta después de los abortos o partos a través de la secreción vaginal, placenta y tejidos fetales (principalmente estómago, cerebro, hígado y bazo). Pero también puede excretarse a través de calostro, leche y heces.
¿Cómo se infectan los animales sanos?
Los patógenos, después de ser excretados, contaminan las superficies y los animales se infectan por ingestión. Otra manera de transmisión es a través de la inhalación de aerosoles.
“Tanto Chlamydia como Salmonella tienen una vía de transmisión oronasal”.
Un punto crítico de infección es el contacto directo de los animales sanos con las placentas o fetos.
¿Qué podemos hacer para reducir su diseminación?
● Una vacuna capaz de reducir la excreción, es una herramienta clave para controlar y prevenir las infecciones abortivas. Laboratorios HIPRA, lanzó al mercado la única vacuna inactivada contra Chlamydia y Salmonella, que ha demostrado reducción de la excreción de ambos patógenos.
● También es muy importante un manejo adecuado y la bioseguridad.
Artículo escrito por:
Tania Perálvarez Puerta. Product Manager Small Ruminants Unit – HIPRA