C. ABORTUS: ES UNA LARGA HISTORIA!
El primer caso de aborto enzoótico ovino fue reportado en 1936 en Escocia. Desde entonces, el mundo científico ha estudiado esta enfermedad, con el fin de comprender su comportamiento y reducir el daño que podría originar en el sector.
A pesar de ello, hoy en día, es todavía una de las principales causas de aborto de los pequeños rumiantes en el mundo.
LA RESPUESTA A LA ETERNA PREGUNTA
Una medida fundamental, establecida poco tiempo después de su descubrimiento, para controlar el problema fue evitar el contacto con animales infectados procedentes de otras explotaciones. Y es esta medida, la que explica el por qué hasta la fecha, esta enfermedad continúa quitando el sueño a miles de ganaderos paridera tras paridera.
La situación ideal sería inmunizar el rebaño y mantenerlo en todo momento aislado de otros.
“La compra de animales (portadores asintomáticos), práctica común e inevitable en muchos casos, principal causa de introducción de AEO en rebaños”
Desafortunadamente, hoy en día, pocas explotaciones pueden mantenerse completamente aisladas.
Cuando esto no puede ser evitado tenemos dos opciones: comprar solamente animales de rebaños vacunados o vacunarlos lo antes posible para reducir el riesgo de diseminación de la enfermedad.
“Animales infectados solo pueden ser detectados tras el aborto o parto”
Esta segunda opción podría ser la solución. El problema surge cuando hablamos de animales gestantes o que serán cubiertos en menos de un mes (práctica común en países como Reino Unido). Para estos casos, vacunas vivas atenuadas no serían una opción (administración hasta un mes antes de cubrición y nunca en gestación); tradicionalmente, vacunas inactivadas, tampoco serían de ayuda por su limitada reducción de excreción.
UN GRAN PASO EN LA LUCHA CONTRA CHLAMYDIA ABORTUS
Esta limitación junto a la dificultad de determinar el estado vacunal de los animales, hacía que la única manera de controlar el problema fuera cambiando nuestra rutina y evitando la introducción de animales de otras granjas. En muchas ocasiones, esto sería un limitante para alcanzar la rentabilidad deseada o sencillamente, inviable a nivel de manejo.
“Desde 2019, se comercializa una vacuna contra Chlamydia abortus, segura y eficaz que puede ser usada en hembras gestantes”
En 2019, esta situación cambió radicalmente con la llegada al mercado de una nueva vacuna inactivada, eficaz y segura durante lactación y gestación (a diferencia de las vivas atenuadas) y que reduce significativamente la excreción, ayudándonos así a controlar AEO, incluso cuando necesitamos introducir animales de otras explotaciones.